
Los biofertilizantes son fertilizantes que contiene microorganismos vivos que mejoran el estatus nutricional de las plantas. Entre sus beneficios encontramos que aumentan la fertilidad, mejoran la calidad del suelo y aumentan la biodiversidad y ayudan a conseguir un entorno microbiológico óptimo y saludable. Estos bioinsumos son actualmente muy recomendados porque contribuyen a la protección del medio ambiente y otorgan sustentabilidad a los cultivos. En este artículo de Aroma recorremos los distintos biofertilizantes y su uso en la agricultura.
¿Qué tipos de fertilizantes existen?
Los fertilizantes son sustancias ricas en nutrientes que se utilizan para mejorar las características del suelo para un mayor desarrollo de los cultivos agrícolas. De acuerdo con el Consejo Estadounidense de Química, estas sustancias sirven para regresar a la tierra aquellos compuestos que absorbieron las plantaciones. También proporcionan las sustancias precisas que necesitan los cultivos para crecer de manera adecuada. En última instancia, el uso principal de los fertilizantes es aumentar la producción agrícola.
A partir de su elaboración, existe una clasificación de los fertilizantes. Estos se dividen en químicos, orgánicos e inorgánicos.
Químicos: Son nutrientes elaborados por el hombre que, generalmente, son de origen mineral, animal, vegetal o sintético. Dentro de los fertilizantes químicos están los elaborados con los “nutrientes principales” (macronutrientes) para la tierra, que son nitrógeno, fósforo y potasio.
Orgánicos: Son aquellos que se forman naturalmente con una nula o poca participación del hombre para su formación; pueden ser de origen mineral, vegetal, animal o mixto. Un ejemplo de fertilizante orgánico es el estiércol.
Inorgánicos: Son sustancias derivadas de rocas y minerales que se aplican en el suelo o sustrato para elevar la fertilidad de los cultivos. La harina de roca es un ejemplo de fertilizante inorgánico.
Biofertilizantes: una herramienta para la agricultura ecológica

Los biofertilizantes se encuadran dentro de los fertilizantes orgánicos. A través de elementos orgánicos, estos productos ayudan a proporcionar a las plantas todos los nutrientes que necesitan. También colaboran para mejorar la calidad del suelo creando un entorno microbiológico natural. Otra de las ventajas de los biofertilizantes es que, además de aportar nutrientes, respetan el medioambiente. Por eso, son perfectos para todos aquellos productores que opten por la agricultura ecológica.
Los biofertilizantes se elaboran a partir de microorganismos beneficiosos para las plantas y el suelo, como hongos y bacterias. De esta manera, se establece un proceso de simbiosis, es decir, una asociación de organismos de distintas especies que se benefician mutuamente en su desarrollo vital. El proceso es natural, ya que estos organismos extraen elementos del propio suelo y tras una producción en masa se devuelven a las plantas y a la propia tierra. Concretamente, transforman el nitrógeno atmosférico en orgánico y lo entregan a las plantas. De esta forma se cierra un ciclo donde no participa ningún producto artificial ni dañino.
¿Cuáles son los beneficios de los biofertilizantes?
Los microorganismos tienen la capacidad de transformar el nitrógeno proveniente de distintas fuentes. Entre ellas se encuentran los residuos de cosecha, fertilizantes y desechos de animales. Esto otorga algunas ventajas, entre ellas:
- Su producción permite aprovechar los residuos orgánicos
- Su uso mejora la biodiversidad de los suelos y optimiza la producción de cultivos
- Al requerir menos energía para ser producidos, facilitan una gestión sostenible de los recursos
- El uso de biofertilizantes permite recuperar la materia orgánica y habilitan la fijación de carbono en el suelo, mejorando la capacidad de absorber agua; esto se traduce en una mejora del entorno donde se usan
- Son ecológicamente amigables con el medio ambiente o sustentables
- Representan un menor costo que los fertilizantes químicos. En promedio se calcula que valen solo 10% de lo que cuestan ese tipo de fertilizantes
La razón por la que los biofertilizantes representan un costo mucho menor que los fertilizantes se debe al proceso productivo. La energía requerida para producir una tonelada de fertilizantes nitrogenado es la equivalente a 7 barriles de petróleo. Los microorganismos realizan el mismo proceso, pero la energía utilizada deriva del proceso fotosintético de las plantas. En un solo trozo de tierra, encontramos millones de microorganismos beneficiosos para los cultivos.
Bacterias, hongos y cianobacterias: los microorganismos de los biofertilizantes

Por definición, los biofertilizantes son organismos vivos que enriquecen la calidad de los nutrientes del suelo. Se refiere al uso de microbios en lugar de productos químicos para mejorar la nutrición del suelo. Como resultado, también es menos dañino y no causa contaminación. Dentro del término biofertilizantes se incluyen bacterias, hongos y cianobacterias:
Bacterias
Un ejemplo de esta asociación son los rizobios. Se trata de bacterias que contribuyen a la fijación del nitrógeno. De esta manera, ayudan a reponer los nutrientes del suelo. Otros ejemplos de bacterias que actúan como biofertilizantes son Azospirillum y Azotobacter. Estas bacterias viven libremente en el suelo. El Azotobacter se suele utilizar con cultivos como el algodón, el trigo, la mostaza, el maíz, entre otros.
Hongos
Las asociaciones simbióticas entre plantas y hongos se denomina micorrizas. El hongo actúa al absorber el fósforo del suelo y entregándolo a la planta. Las plantas que crecen con estas asociaciones muestran varias características ventajosas, como la tolerancia a condiciones de sequía y salinidad, y resistencia a los patógenos. Además, esta asociación deriva en un aumento general del crecimiento y desarrollo de la planta.
Cianobacterias
Estas bacterias de color azul-verde se pueden encontrar en el agua y en la tierra. Estos microorganismos ayudan a fijar el nitrógeno atmosférico. Algunos ejemplos son Oscillatoria, Nostoc y Anabaena. Un ejemplo de esta simbiosis es el helecho acuático Azolla y la Anabaena. En esta asociación, la Anabaena recibe carbono y nitrógeno de la planta a cambio de nitrógeno fijado. Esto añade materia orgánica al suelo mejorando la fertilidad de los arrozales.
Reducción de fertilizantes químicos: un paso hacia la agricultura ecológica
Todos estos organismos se encuentran de forma natural en los suelos, sin embargo, el uso de agroquímicos y las malas prácticas agrícolas generan suelos con bajos niveles de materia orgánica y los deterioran biológicamente. Justamente, son las aplicaciones indiscriminadas de fertilizantes químicos que muchas veces reducen los rendimientos de la producción agrícola.
Aroma ha enfocado su trabajo en investigar cómo reducir el uso de fertilizantes químicos mediante la aplicación de biofertilizantes en cultivos vegetales. La empresa tiene un enfoque orientado a obtener biofertilizantes mediante procesos de reciclaje y revalorización de materia orgánica y enriquecerlos con microorganismos benéficos. Para lograr este objetivo, Aroma cuenta con un Laboratorio de Biotecnología Agrícola implementado con equipos avanzados para realizar análisis ambientales y microbiológicos. Además, la empresa cuenta con campos de cultivo de plantas medicinales y arómáticas en los cuales se aplican los biofertilizantes para ensayar y realizar controles de calidad